Su nombre suena como a faraón egipcio, pero sus síntomas son muy actuales y se estima que representan entre el 9% y el 12% de todos los tumores cerebrales primarios.
Como ya hemos explicado en este blog, los adenomas hipofisarios son tumores que se originan en las células que forman la hipófisis, una glándula muy importante – del tamaño de un frijol – que interviene en las acciones de otras glándulas del cuerpo, como tiroides, suprarrenales y gónadas (ovarios y testículos).
Además, esta glándula pituitaria, localizada en la silla turca, que es una depresión ósea en la base del cráneo, tiene como función principal la de generar y producir
hormonas que regulan el crecimiento y el metabolismo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adenomas hipofisarios pueden clasificarse según el tamaño en microadenomas (menores de 1 cm) y macroadenomas (mayores de 1 cm), y dependiendo de si secretan ellos mismos hormonas o no en funcionantes (secretores) o no funcionantes (no secretores).
La buena noticia es que, en general, los adenomas de hipófisis son tumores benignos (no cancerosos) y de lento crecimiento, que aparecen a partir de mutaciones o defectos genéticos y que se logran diagnosticar gracias a una Resonancia Magnética.
Ahora bien, ¿cuáles son algunos de los síntomas a los que usted debe prestar atención para recurrir a un especialista por la probabilidad de tener adenomas hipofisarios?
- Signos de una posible presión por un tumor hipofisario: dolor de cabeza y pérdida de la visión, en especial, de la periférica; cansancio y somnolencia.
- Síntomas y manifestaciones clínicas relacionadas con los cambios en los niveles hormonales:
Por ejemplo, en caso de deficiencia, puede haber náuseas y/o vómitos, debilidad, irregularidades en la frecuencia de los períodos menstruales, disfunción sexual, mayor cantidad de orina y pérdida o aumento de peso involuntarios.
Y en caso de un exceso de funcionamiento puede aparecer el síndrome de Cushing (cuando el nivel de la hormona cortisol está más alto de lo normal) o la acromegalia (que tiene que ver con afectaciones en la hormona del crecimiento). También pueden ocurrir tumores de secreción de prolactina causando, en el caso de las mujeres, períodos menstruales irregulares y secreción lechosa de las mamas.
Por otro lado, cuando producen la hormona estimulante de la tiroides en exceso, esa glándula produce demasiada hormona tiroxina y se convierte en una causa poco frecuente de hipertiroidismo.
Ahora bien, es importante entender que no todos los tumores de la hipófisis provocan síntomas.
Para recibir el diagnóstico adecuado y su respectivo tratamiento, contácteme, soy especialista en tumoresresona hipofisarios y tengo amplia experiencia en cirugía transesfenoidal endoscópica o microcirugía transcraneal, ambas opciones terapéuticas en caso de adenomas hipofisarios.
Priorice su salud y actúe a tiempo. Estaré encantado de apoyarle en este proceso médico como parte de mi búsqueda de la excelencia en el tratamiento de enfermedades de la base craneal, y de aportar para que recupere su calidad de vida.