Para definir lo que es una malformación arteriovenosa, es preciso recordar que nuestro sistema circulatorio se compone de vasos sanguíneos que transportan sangre desde el corazón (arterias) y hacia el corazón (venas).
Una malformación arteriovenosa, en consecuencia, es un enredado complejo de vasos sanguíneos que impide el funcionamiento normal de las arterias y las venas.
Es una anomalía poco frecuente, que puede presentarse en cualquier parte del cuerpo; y cuando ocurre en el cerebro, nos encontramos ante una malformación arteriovenosa cerebral.
Entre las posibles causas se encuentra la ruptura de vasos sanguíneos, que produce una hemorragia cerebral; y entre los síntomas más frecuentes se encuentran los dolores de cabeza y las convulsiones.
Pero también pueden presentarse otros signos y síntomas, como:
- Dolor de cabeza o dolor en una parte de la cabeza
- Debilidad, entumecimiento o parálisis
- Pérdida de la visión
- Dificultad para hablar
- Confusión o incapacidad para entender a los demás
- Inestabilidad grave
Es preciso que la persona que perciba alguno de estos signos o síntomas mencionados, particularmente cuando se trata de dolores de cabeza o convulsiones, reciba atención médica inmediata, porque su vida puede estar en peligro.
De hecho, puesto que una malformación arteriovenosa cerebral afecta directamente el funcionamiento del sistema circulatorio, puede conducir a un paro cardíaco abrupto y repentino, aún en personas con aparente buen estado de salud y causarle lo que conocemos como muerte súbita.
En un artículo publicado en la revista de Medicina Legal de Costa Rica, se relata el caso de un paciente, un hombre de un hombre de 36 años que fue víctima de una muerte súbita. Los autores del artículo nos indican, de un paciente “…sin antecedentes personales patológicos conocidos, que expresó vía telefónica que tenía un “fuerte dolor de cabeza”, posteriormente fue encontrado en su casa de habitación por su esposa y el personal de la Cruz Roja en paro cardiorrespiratorio, le realizaron un ciclo de reanimación cardiopulmonar (RCP), presentó ritmo sinusal y fue trasladado al Hospital, donde ingresó sin signos vitales…”.
El conocimiento y la experiencia evidencian la importancia de que un paciente que note los signos o perciba síntomas mencionados, busque ayuda. Una atención a tiempo y un buen especialista en medicina neurológica y cirugía vascular, le puede salvar la vida.
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