El dolor facial unilateral es un síntoma que puede variar desde una molestia leve hasta un dolor intenso que impacta profundamente la calidad de vida. Aunque ocasionalmente puede ser transitorio y no preocupante, en otros casos puede indicar una afección subyacente seria que requiere atención médica.
Aquí, se explican las causas del dolor facial, las opciones de diagnóstico disponibles y la importancia de acudir a un especialista si el dolor persiste.
¿Qué causa el dolor facial unilateral?
El dolor facial localizado en un solo lado puede tener múltiples orígenes, cada uno con características específicas. Algunas de las causas más frecuentes incluyen:
- Neuralgia del trigémino: Es una condición neurológica en la que un dolor repentino, punzante e intenso afecta un lado de la cara. Este tipo de dolor puede ser desencadenado incluso por acciones simples, como hablar, masticar o exponerse al viento.
- Problemas vasculares: Las migrañas o las cefaleas en racimo suelen provocar dolor facial unilateral. En estos casos, el dolor puede estar acompañado de sensibilidad a la luz, lagrimeo o congestión nasal en el mismo lado de la molestia.
- Infecciones o inflamaciones: Problemas como la sinusitis, infecciones dentales o abscesos pueden causar dolor en la zona afectada. Estas condiciones suelen ir acompañadas de otros síntomas, como hinchazón, fiebre o secreción nasal.
- Trastornos neurológicos: Afecciones como la esclerosis múltiple o tumores pueden afectar los nervios faciales, causando molestias persistentes en un lado del rostro.
Si el dolor se localiza en el lado derecho de la cara, es posible que necesite una evaluación médica para identificar la causa exacta y recibir el tratamiento adecuado.
Diagnóstico y tratamiento del dolor facial
Cuando el dolor facial persiste o se vuelve incapacitante, es esencial buscar la ayuda de un neurólogo. El proceso de diagnóstico es integral y puede incluir:
- Historia clínica detallada: Se evalúan los antecedentes médicos y la evolución del dolor. Esto permite identificar posibles desencadenantes o patrones.
- Examen físico y neurológico: Incluye pruebas para evaluar la sensibilidad, reflejos y función de los nervios faciales.
- Estudios de imagen: En algunos casos, se solicitan resonancias magnéticas o tomografías para descartar problemas estructurales, como tumores o lesiones vasculares.
El tratamiento dependerá del diagnóstico específico. Las opciones incluyen desde medicamentos para el control del dolor y la inflamación, hasta procedimientos avanzados como bloqueos nerviosos o cirugías en casos complejos. Los tratamientos neurológicos son efectivos y están diseñados para aliviar las molestias y mejorar la calidad de vida.
El dolor facial puede ser debilitante, pero no tiene por qué enfrentar esta situación solo, agende su cita para realizar una valoración más personalizada. Contáctenos será un gusto poder atenderle.