Las cefaleas son una causa frecuente de consulta tanto en la consulta externa como en emergencias. En un buen porcentaje se trata de cefaleas primarias, se trata de dolores de cabeza como único síntoma, sin identificarse signos o síntomas asociados a otra enfermedad. Dentro de esta categoría podemos encontrar a la cefalea tensional, la migraña, cefalea en racimos, entre otros. Por otro lado tenemos las cefaleas secundarias, la importancia de éstas radica en que el dolor de cabeza es la manifestación de algún trastorno corporal el cual puede tener repercusiones significativas, tales como meningitis, hemorragia subaracnoidea, tumores cerebrales entre otros.
Una buena historia clínica, es importante para orientar el diagnóstico y posibles causas del origen de la cefalea, en la gran mayoría de los casos. Durante la entrevista será importante determinar la presentación del dolor, si éste ha iniciado de forma súbita, o ha ido progresando en el transcurso del tiempo. Otro dato importante es la duración del episodio o episodios, si estos son recurrentes y con segundos de duración o si se presentan por largos periodos de tiempo, como es el caso de las migrañas, las cuales tienen duración de horas.
Otro dato clave durante la valoración del paciente es la edad de inicio de la sintomatología, pacientes mayores de 50 años con cefalea de inicio reciente hacen sospechar la presencia de causas secundarias.
La decisión de realizar estudios de imagen, es apoyado por los hallazgos clínicos obtenidos durante la historia clínica y exploración. En algunos casos podrá solicitarse únicamente una tomograƒía de cráneo con o sin medio de contraste, mientras que en otros se solicitará resonancia magnética o en caso de ser necesario ambos. Todo esto asociado con los datos obtenidos del paciente durante su exploración, con a finalidad de corroborar la sospecha clínica.
El tratamiento dependerá del tipo de cefalea que se identifique, el cual puede incluir tratamiento médico o quirúrgico.
