Sí, en algunos casos. Pacientes muy bien seleccionados pueden beneficiarse de algún procedimiento quirúrgico para disminuir tanto la frecuencia e intensidad de las crisis convulsivas, así como para reducir la ingesta de medicamentos.
La cirugía epilepsia es una opción cuando los ataques o crisis epilépticas no se pueden controlar con la medicación u otros tratamientos, es decir, cuando se trata de epilepsias refractarias, también llamadas fármacos resistentes.