Endoscopía intraventricular

La Endoscopia Ventricular es una técnica mínimamente invasiva que se utiliza para:

Aunque el concepto de la endoscopia ha existido durante siglos, la Neuroendoscopía o Endoscopia Ventricular no surgió hasta el Siglo XX.

Su aparición se dio como resultado de las numerosas mejoras en la tecnología óptica, fuentes de iluminación e instrumentación, ya que este tipo de intervención se realiza a través de un pequeño orificio en el cráneo donde se introduce una camarita óptica que permite visualizar el Sistema Ventricular Cerebral (cavidades cerebrales en que circula en líquido cefaloraquídeo) y manipular los instrumentos.

Puesto que la incisión y la manipulación del tejido cerebral es mínima, la cicatriz de la piel es de 3 cm máximo, y sana bastante rápido.

Generalmente, la vigilancia postquirúrgica inicia en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y el tiempo de hospitalización dependerá del problema tratado, aunque suele ser menor a tres días.

Es decir, a través de un pequeño orificio realizo procedimientos diagnósticos y terapéuticos dentro del Sistema Ventricular. En ese sentido, para mí, la principal ventaja de la Endoscopia Ventricular es que permite llegar al punto de interés médico con una mínima manipulación del tejido cerebral.

Por esta razón, la Neuroendoscopía ocupa un lugar muy importante en el entorno neuroquirúrgico moderno ya que reduce considerablemente el traumatismo intracerebral del paciente durante el diagnóstico y tratamiento de lesiones intracraneales.