Dolor lumbar

Lumbago, o lumbalgia, son los términos utilizados para definir el dolor localizado en la parte baja de la espalda.

El origen del dolor proviene de la estructura músculo-esquelética de la columna vertebral, por causa de trabajos sedentarios o actividades que demandan un gran esfuerzo físico.

El dolor lumbar afecta tanto jóvenes como a adultos mayores y los síntomas más frecuentes son el dolor local o irradiado, la inflamación y la presencia de contracturas musculares.

De acuerdo con el grado de afectación y compresión radicular, el paciente puede sufrir alteraciones de la sensibilidad, como anestesia, hipoanestesia, hiperestesia, hormigueo, y dificultades en el movimiento, como la paresia y la parálisis.

Para diagnosticar el padecimiento se necesita, básicamente, conocer la historia clínica y realizar una exploración física. Las pruebas (radiológicas, analíticas o funcionales) solo tienen importancia si los resultados coinciden con la exploración física.

El tratamiento admite una amplia gama de alternativas, como la actividad física, la higiene postural (evitar la sobrecarga en la espalda), aplicar frío o calor en el área adolorida y el tratamiento farmacológico.

Si el lumbago persiste, después de dos semanas de tratamiento farmacológico, lo que corresponde es aplicar una intervención neurorreflejoterápica (NRT), para estimular fibras nerviosas de la piel relacionadas con los nervios implicados en el dolor, la inflamación y la contractura muscular.

La cirugía sólo es aplicable en casos comprobados de hernia discal, estenosis espinal, espondilolistesis (desplazamiento de una vertebra sobre otra) o escoliosis progresiva en niños o adolescentes.